Trump, May y la tercera guerra mundial.


Como no podía ser de otra manera, transcurrida una semana de la asunción presidencial de Donald Trump en Estados Unidos (20.01.2017), el millonario presidente hizo su primera recepción oficial en Washington a un mandatario extranjero: Theresa May, Primera Ministra de Inglaterra (post Brexit o desde votado el BREXIT).


Ambos mandatarios montaron escena frente al periodismo después de la reunión para leer discursos protocolares previamente redactados y responder preguntas sin obviar, departe de Trump, sus espacios para (festejadas) bromas.


Nótese el gesto de Donald Trump en el vídeo (arriba). Al momento de bajar la escalera el hombre toma la mano de Theresa May. Inmediatamente, terminada la escalera, Trump golpea la mano de la señora para soltarse en el instante en que los ojos del millonario divisan las cámaras testigo.


No tenemos dudas de que el encuentro protocolar responde a la nueva organización mundial, o lo que llaman "la tercera guerra mundial": la asunción de Donald Trump en Estados Unidos es el correlato del Brexit (la salida de Inglaterra de la Comunidad europea). La salida inglesa y la presidencia Trump se inician en paralelo y simultáneo como las dos patas fundamentales de la nueva economía occidental enfrentada a la economía china.

El capitalismo occidental sale a combatir replegándose sobre sí mismo (ahogando todas las economías satélites) ante una China creciente, amenazante y no menos capitalista. Ventajas y rendijas como la inmigración, los aranceles comunes o las monedas solidarias ya se consideran tan superfluas como corrosivas en esta nueva guerra comercial.

La operación periodística Panamá Papers (2016) (donde casi no figuran estadounidenses, israelíes, alemanes e ingleses) también forma parte de este nuevo y salvaje golpe de timón del poder concentrado occidental (también se cierran los grifos de los paraísos fiscales o se colocan bajo el ala). E incluso la FIFA, cuyo escandaloso descabezamiento propulsado desde Inglaterra y Estados Unidos (2015) acabó con sus antiguas jerarquías, también fue tomada como reaseguro frente a las crecientes políticas económicas orientales.

Trump cumple su papel público de blanquear políticas "incorrectas" y asume en su histrionismo todas las críticas. De hecho, en la reunión con Theresa May, vuelve a festejar el Brexit:

"El Brexit será maravilloso para el Reino Unido. Vais a tener en vuestro país a la gente que queréis tener y vais a recuperar vuestra manera de hacer las cosas". 

Y además se dio el lujo de recordar (públicamente) "un problema" que tuvo "en mi otra vida" de empresario: "Conseguir los permisos de la Unión Europea fue muy complicado".

Esto recién comienza y, como en toda guerra, habrá mucha pobreza y muerte.

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